jueves, 10 de noviembre de 2011

Nubes

Otra vez enajenada y la meta la veo más lejana, ya ni veo el horizonte, es como si se desvaneciera en un paraíso inalcanzable, me siento exhausta de pensar tantas cosas a la vez, de tener sueños fantásticos en las manos y saber que falta tanto y el miedo que carcome mis huesos, una fatiga intermitente.. será la personalidad ? pero hoy me vuelvo a sentir al límite, con esa intermitente nostalgia del ayer, quiero volver y ser un gigante.



Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.


El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.


Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.


Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío


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