- Quiero controlar 'todo', predisponerme (es inevitable) y ver las consecuencias, los pro y los contras, que al pensarlo y des-pensarlo posteriormente se vuelve todo como lo quiero ver, en si, no deseo que resulte por x motivos, por eso, he creado una nebulosa que me permite evitarlo con el disfraz de no querer hacer daño, pero más que eso, mi auto-protección o el que dirán.
La vida no siempre resulta acuerdo a lo que lo planteamos, a lo que deseamos, como la idealizamos, las instancias al ser 'reales', por así decirlo, en presencia de otros, son completamente diversas, el blanco y negro, no son los únicos colores.
Lo amaban, ni más ni menos,
y se sacaba cada mañana
las espinas del sueño.
Juraba y maldecía
y se enredaba en la alambrada
de la mansa rutina.
Vivía como tú o como yo.
El viernes por la noche
iba a buscar a su amor.
Fumaba tranquilo,
planeaba la semana
y ella le arrancaba el cigarro
y lo besaba.
Y un día lo mordió el virus el miedo.
Entendió que las mujeres
nunca tienen dueño.
Y temió que ella marchase,
que se agotase el manantial
sin un por qué.
Venció el miedo y faltó a la última cita,
no descolgó el teléfono
que aullaba en la mesilla.
Y el temor a la derrota
lo agarrotó como un calambre,
sin un por qué.
Una parte de nosotros dice que sí quiere
estar allí, totalmente y sin restricciones; y otra parte nos
alerta sobre los peligros. Un pie en el acelerador y el otro
en el freno, al tiempo. Obviamente, el motor se recalienta y
el organismo incrementa significativamente su nivel de
estrés debido a una contradicción fundamental entre el
principio del placer (lo que me gustaría hacer) y el principio
de la realidad (lo que me conviene hacer). [ Los Límites del Amor - Walter Riso ]
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