Calla mi vida, no hay que llorar, duerme y sueña feliz...
Vivimos al límite en esta edad o es eso lo que siento, al máximo o mínimo de las emociones, un grito puede desenfocar una vida completa, una caricia agradar el día... es que estamos perdidos conociendo el mundo o inconformes con el propio dependiendo de la perspectiva, hay otros con más 'suerte', pues los vemos felices.
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