
Admito no haber luchado en contra de esto, ver que se iba y no poner una pared para que el río siguiera su curso, pero tal como la gente viene, la gente va, creo en un equilibrio, no le temo como antes al presente próximo... tampoco es que no les quiera, que no los recuerde en más de un instante, siguen aquí.
Perdida la calma se pone muy serio, cunde el pánico y le invade un horrible miedo, su boca cobarde pronuncia te quiero, no te vayas nunca, no te vayas lejos, y ella hecha temblar, yo también te quiero ♪